En un contexto de creciente tensión política y militar, Pakistán ha anunciado la continuación de sus ataques aéreos con misiles, en una operación que han denominado ‘Operación Bunyanun Marsoos’. Este ataque está focalizado en diversas bases militares de la India y representa la mayor escalada entre estas dos naciones poseedoras de armas nucleares desde el conflicto conocido como la Guerra de Bargil, que tuvo lugar en 1999. Las autoridades paquistaníes subrayan que su respuesta es una medida necesaria ante las hostilidades recientes.

Según declaraciones de un portavoz del ejército paquistaní, los misiles JF-17 Hypersonic Thunder de su Fuerza Aérea han sido utilizados en la operación, destacando que el Sistema S-400 de la India en Adammpur también ha sido un objetivo estratégico. Este anuncio revela el nivel de seriedad con el que Islamabad está considerando las acciones indias, interpretándolo como una amenaza directa a su soberanía.

El ataque es una respuesta a un ataque indio

La Operación Bunyanun Marsoo fue revelada en un comunicado oficial emitido desde Islamabad en respuesta a un ataque aéreo realizado por fuerzas indias, que tuvo lugar el miércoles pasado. Este ataque indio buscaba, según su declaración oficial, destruir varias instalaciones que se consideran bases de terroristas que han estado ejecutando ataques contra India con el aparente respaldo del estado paquistaní. Sin embargo, el gobierno de Pakistán ha refutado esta afirmación, sosteniendo que los objetivos que el ejército indio identificó eran, en realidad, civiles. Este desencuentro verbal demuestra la creciente animosidad entre ambos países y la falta de confianza en las declaraciones oficiales de cada uno.

Oficiales de seguridad paquistaníes
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Efusión

Las fuentes militares de Pakistán han afirmado que sus fuerzas han logrado destruir un misil BrahMos, el cual fue lanzado desde una ubicación en la India. Este misil es un tipo de misil de crucero supersónico que fue desarrollado en conjunto por India y Rusia y que se había lanzado desde Amritsar, en el estado de Punjab, al norte de India. Esta intervención se suma a las acusaciones previas sobre la capacidad de respuesta militar de Pakistán frente a los ataques indios.

Además, los informes indican que el aeródromo de Sureatgarh, el cual pertenece a la Fuerza Aérea de la India y está localizado en Sri Ganganagar, en el estado de Rajastán, también ha estado bajo ataque. Estas acciones aumentan la preocupación en la región, que ya es volátil debido a las tensiones históricas entre ambos países.

El efecto de misiles en Pakistán justificó al país para responder, según fuentes de seguridad.
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La situación se agrava al considerar las anteriores declaraciones del ejército paquistaní sobre la destrucción de la base aérea de Udhampur, que está situada en el territorio de la Unión de Jammu y Cachemira, así como la base de Pathankot, también ubicada en Punjab. Todas estas instalaciones militares se encuentran en el norte de India, cercanas a la frontera con Pakistán. La dinámica de esta confrontación está generando alarma no solo en la región, sino en todo el mundo, pues ambas naciones son potencias nucleares que podrían desatar un conflicto de proporciones devastadoras.

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Con información de effes.

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