En las redes sociales un eslogan eso llama la atencion. Entre variantes dicen algo parecido: Mientras Israel intenta borrar a Palestina del mundo, el mundo se convierte en Palestina. Una expresión que resume lo que está pasando en Palestina, pero también en el mundo.
Desde el 7 de octubre, cuando Israel, en “represalia” por el ataque de Hamás, organizó grandes acciones militares y terroristas en la cinta de Gaza, y vimos la creciente movilización de personas que van desde el inicio de la manifestación como una intención genocida. Hacia EnseñóEl observatorio no gubernamental sobre conflictos globales y protestas, pero en los primeros meses de ataques israelíes, hubo al menos 7.283 protestas a favor del pueblo palestino o por el fuego de recirculación, incluido Israel. Desde el 20 de enero, las protestas abandonaron las exigencias de la tregua de fuego para subrayar que Israel cometió genocidio. Al mismo tiempo, estos fueron desmentidos ante el Juicio de Justicia (SME), y soldados israelíes fueron acusados de crímenes de guerra (CPI), y los medios globales fueron reproducidos frente a la Embajada de Israel en Estados Unidos, mientras gritaban “Palestina libre”. 2025. Estudiantes de la prestigiosa Universidad norteamericana y europea estaban cursando sus campus renunciar al genocidio. El segundo capítulo a destacar como parte del creciente rechazo a las acciones israelíes son los múltiples votos críticos del pueblo judío, dentro y fuera de Israel, que desde el principio afirmó: “No en nuestro nombre”. Muchas de estas expresiones fueron reprimidas y criminalizadas, con cientos de personas detenidas, heridas, extraditadas y prohibiciones de transferir banderas palestinas, en el contexto de las crecientes censuras de la libertad de expresión crítica para Israel. La mayor violencia policial contra las manifestaciones se observó en Alemania, Francia, Grecia, Italia y el Reino Unido.
Las movilizaciones y términos se suceden con los informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Miruta y miles de niños muertos, una niña palestina de año nuevo, cuyo vehículo tenía más de 350 registros, una niña de diez años, a la que le hizo estallar un dron mientras llevaba una lata de agua para su familia, sólo menciono dos. La devastación y la destrucción, el hambre como arma de guerra, están documentados, aunque la seguridad crece hasta mostrar sólo una pequeña parte. Francesca Albanese, del Servicio de Información de las Naciones Unidas, ha dado una rueda de prensa (15.9.2025.) donde se ha producido un genocidio invisible, donde se ha confirmado el número de 60.000 palestinos, cuyo nombre y apellido serían unos 680.000 (más de la mitad niños). Al mismo tiempo, el experto de la ONU y los expertos internacionales (IAGS) confirmaron que Israel comete genocidio. A cambio, en la apertura del octogésimo período de sesiones de la ONU (principios del 23/2042), se escucharon fuertes declaraciones que negaron la acción de Israel (especialmente de los países latinoamericanos, el presidente Gustavo Petro, con la creación de una fuerza militar internacional para detener el genocidio.
Nada de eso fue suficiente para que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, fuera arrestado por los crímenes imputados por la CPI (organismo autónomo, creado a partir de la ONU), pero no fue suficiente para impedirle acceder a la Asamblea General. Mientras tanto, Israel continúa con acciones monstruosas en Palestina, pero también en otros lugares, como se puede comprobar en los ataques y bombardeos realizados por Israel (y que realizará) contra la población de Irán y Yemen, o contra la Flota Humanitaria enviada a Gaza, en esas horas. Israel parece imparable, al doblegar acuerdos internacionales, récords morales y éticos, bajo avances tecnológicos imposibles en materia militar y destrucción masiva, con el objetivo de desarrollar bienes raíces en estos países y a los inmigrantes. (como expresar Bezalel Smotrich, Ministro de Finanzas israelí). Con todo esto, crece la percepción popular de que los gobiernos del mundo no trabajan lo suficiente o mantienen el silencio de las condolencias, porque no están realmente interesados en poner limitaciones a Israel. Incluso todo lo contrario, prevalece la percepción de que las potencias mundiales mantienen intensos vínculos geopolíticos y económicos con estos países, el ejemplo extremo de Estados Unidos, que ahora protege a Israel económica, militar y políticamente.
De hecho, además de un exterminio brutal que no cesa, las bases materiales que lo sustentan. Las Naciones Unidas señalaron que existe una gramática del gobierno corporativo que apoya la expansión y ocupación israelí, un ejemplo de la forma de dominación global: “Capitalismo racial colonial“Otra hipótesis – como expresó Rita Segato – es que Israel representa el orden civilizatorio, en clave de regresión de la barbacoa, como una propuesta universal para un” neoliberalismo (capitalismo) desastroso, que repite en todo el mundo el escenario catastrófico.
Al igual que le sucede al pueblo palestino, el futuro del mundo es catastrófico en varios sentidos: genocida, ecocidio y epistemicida. Como planteó un gran académico de Chile, Rodrigo Karma Bolton, estamos ante la palestinización de los pueblos del mundo, en términos de futuro. Nakba (desastre). Es hora de exacerbar la crueldad y la intolerancia, pero también el afán de lucro y superpuntos, en el contexto de las agresiones y sus derechos a destruir las condiciones naturales de la vida humana, y asistimos a fuertes intentos de borrar toda memoria histórica, así como el reconocimiento y valoración de diferentes formas de existir y de ser. Pero también, como ocurre con el pueblo palestino, hay otro camino posible para el mundo, el futuro. intifada (Rebelión), donde la solidaridad humana perdura y se expande, regenera redes globales y acciones colectivas centradas en el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Así, estamos ante la palestinización del mundo en términos dobles y paradójicos, entre el futuro del mundo como Nakba o como intifada. En cualquier caso, es evidente que es un momento clave para la humanidad en el que los pueblos del mundo son vistos en la imagen que hoy recupera Palestina, para alcanzar, para lograr sus acciones u omisiones, su destino entre el desastre o la liberación.
* Diego Domínguez es sociólogo, investigador en ecología política, comunidades y grupo de leyes del Instituto Germano y profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Uba.