Hay momentos en la historia en los que las luchas populares, aunque sean luchas que movilicen sólo a una minoría de las estructuras sociales organizadas, se vuelven fundamentales porque muestran el estado de la situación política en la que se encuentra el país.
Ecuador vuelve a ser escenario de esa lengua ancestral en la historia de la humanidad: frente al camino del diálogo bloqueado por el Gobierno, la movilización social bloquea los caminos para clamar al poder y revelar a la sociedad el verdadero estado de las cosas.