Melissa relató que sus hijos, con edades comprendidas entre dos y nueve años, tienen necesidades muy diferentes y sus propias visiones de lo que es divertido. Tratar de complacer a todos al mismo tiempo solo le generaba estrés.
Ante esta situación, decidió cambiar su enfoque y llevar a uno de sus hijos a la vez. Así, realizaría actividades que realmente les gustaran a cada uno según sus intereses y pasatiempos individuales. De inmediato, comenzó a notar un cambio significativo en su relación con ellos.
Por ejemplo, cuando sale con su hija de seis años, ven películas que quizás a su hermano no le interesen. Luego, disfrutan de una comida juntos y hablan sobre moda o narraciones románticas. Es evidente que los gustos de su hijo de nueve años no siempre coinciden con los de sus hermanas, pero eso ya no es un problema, como ella misma afirma.
En cuanto a su hijo mayor, las actividades que realizan suelen incluir largas caminatas, lanzando piedras o explorando la naturaleza, momentos en los que el niño se siente lo suficientemente cómodo como para compartir sus preocupaciones sobre la escuela o plantear preguntas que, de otro modo, no haría si toda la familia estuviera reunida.
Finalmente, compartir tiempo con su hija menor suele incluir visitas a la biblioteca, lo que enriquece su relación, ya que esta pequeña solía sentir que no recibía suficiente atención.
Además de fortalecer sus lazos familiares, esta práctica ha permitido disminuir su nivel de estrés, dándole a cada niño su momento especial de atención individual, lo que a su vez ha favorecido una reducción en la rivalidad fraternal.
No obstante, Melissa aclara que esto no significa que la familia no pase tiempo junta; todavía comparten actividades familiares en conjunto.
Disfrutar de tiempo solo con cada uno de sus hijos ha fortalecido su relación. Foto:Tejer
La importancia de pasar tiempo a solas con cada niño
Melissa Noble ha podido comprobar por sí misma los beneficios de dedicar tiempo de calidad a cada uno de sus hijos, una recomendación compartida por varios expertos en el área de la crianza.
El Instituto de Padre Peaceful señala que al dedicar tiempo exclusivo a los niños, se les ayuda a sentirse menos estresados, aumentando su nivel de confianza y fomentando una mayor cooperación.
Aunque pasar tiempo en conjunto con la familia sin duda fortalece los vínculos, es importante reconocer que la atención de los padres suele dividirse en esos momentos, lo que puede generar frustración en los niños.
Por ello, se sugiere que al menos una vez a la semana, los padres se centren completamente en uno de sus hijos, permitiéndole elegir la actividad que más le guste. Esto fortalece los lazos y contribuye a un mejor equilibrio emocional para los más pequeños.