El pasado viernes, Colombia realizó formalmente una solicitud para unirse a un nuevo banco de desarrollo (NDB), una entidad financiera establecida por los países conocidos como BRICS, que está compuesta por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Esta solicitud es un hito importante en la búsqueda de nuevas opciones financieras y de inversión que vayan más allá de las instituciones tradicionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
La presentación de esta solicitud se llevó a cabo de manera formal durante una reunión entre el actual presidente de Colombia y Dilma Rousseff, quien es la actual presidenta del NDB y ex presidenta de Brasil. El mandatario colombiano, al hacer este anuncio, indicó que la decisión forma parte de una estrategia más amplia para diversificar las fuentes de financiamiento disponibles para el país. A través de esta iniciativa, espera que Colombia logre acceder a recursos financieros que respalden proyectos clave en diversas áreas.
El Ministro de Finanzas, Gernán Plaza, fue el encargado de firmar los documentos necesarios para esta solicitud, confirmando la intención de Colombia de convertirse en prestatario del NDB. Esto implica que, de ser aceptado, el país podría acceder a préstamos destinados a financiar múltiples sectores, incluyendo infraestructura, salud, energías renovables y proyectos de desarrollo sostenible. Esta información indica un paso significativo hacia el fortalecimiento de la capacidad del país para enfrentar los diversos desafíos que se presentan en el entorno actual.
Presidente del New Development Bank, Dilma Rousseff. Foto:Juan Diego Cano. Presidencia
Rousseff destacó que el NDB fue creado con el propósito de apoyar el desarrollo de países del sur global, enfatizando que el banco opera sin vetos, sin condiciones estrictas y respetando la soberanía de cada nación. “Somos el primer banco multilateral completamente constituido para naciones en desarrollo y mercados emergentes”, afirmó Rousseff, resaltando la visión inclusiva del NDB.
En la carta de solicitud, el ministro detalló que Colombia se compromete a suscribirse a las 5.125 medidas de capital reconocidas, que equivalen a $512.5 millones. De esta cantidad, $410 millones corresponderían al capital exigible, actuando como garantía, mientras que los restantes $102.5 millones serían considerados como capital pagado. El primer pago se realizaría dentro de los seis meses posteriores a la firma del acuerdo de adhesión.
La oficina presidencial declaró que “La adhesión a esta entidad permitiría a Colombia acceder a recursos en condiciones favorables y fortalecería su capacidad para responder a desafíos como el cambio climático o la crisis económica global”, lo que resalta la importancia de esta iniciativa para el país. Además, se espera que la inclusión de Colombia en el NDB pueda abrir nuevas oportunidades de financiamiento para proyectos críticos.
El presidente también dio pistas a través de su cuenta de X sobre las posibles áreas de inversión que podrían ser financiadas si se aprueba la entrada de Colombia al banco. En este sentido, mencionó un proyecto particularmente ambicioso: la construcción de un canal de 120 km entre el océano Pacífico y el Atlántico, facilitando el acceso desde la Bahía de Urabá en Cupica, Chocó. Este proyecto global tiene el potencial de reducir costos de transporte y reforzar la conectividad de Colombia con Asia y otras regiones de América del Sur, posicionando al país como un punto estratégico en el comercio internacional.
Las naciones que conforman BRICS, como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, buscan presentarse como una alternativa viable a las potencias occidentales, estableciendo el NDB en 2015 para financiar proyectos de infraestructura y así aumentar su influencia en los países en desarrollo. La decisión de Colombia de unirse a esta institución se interpreta como un gesto hacia un futuro más cooperativo y diversificado en lo que respecta a financiamiento y desarrollo.
Momento emocionante
Sin embargo, la participación de Colombia en esta iniciativa no está exenta de críticas. Un portavoz de una agencia relevante declaró que “la decisión del presidente Petro de unirse a la iniciativa Strip y Route (BRI) del Partido Comunista Chino (PCCH) es decepcionante y preocupante”.
PRESIDENTE PETRO durante la adhesión formal a la iniciativa de la franja y la ruta. Foto:Juan Diego Cano. Presidencia
Asimismo, el Instituto Federal subraya que existen “proyectos recientes y futuros del BID y otras instituciones financieras internacionales que involucran empresas estatales y controladas por el gobierno chino en Colombia” además de que hay preocupaciones sobre el financiamiento del metro en Bogotá.
En respuesta a estas inquietudes, el presidente Petro utilizó su cuenta oficial de X para comunicar: “Parece cierto que el banco financiado por los Estados Unidos no está financiará proyectos que sus capacidades consideran. Mi gobierno respetará ese principio”. También enfatizó que su administración mantendrá condiciones en el mercado que sean abiertas, claras y competitivas para todos los interesados, siempre bajo los principios de transparencia y libre competencia.
“El gobierno de los Estados Unidos debe esforzarse por garantizar que las empresas estadounidenses participen en los proyectos que mi administración generará. Mi deber es asegurar la transparencia”, afirmó el presidente Petro en sus declaraciones.
Camilo A. Castillo
Político
X: (@camiloandres894)