Los autos estadounidenses clásicos, caracterizados por sus elegantes curvas y llamativos acabados cromados, son un símbolo icónico de la cultura automotriz. Sin embargo, en el contexto del estilo californiano que representa Yosuke Fukuda, es evidente que la realidad es muy distinta. Para sorpresa de muchos, Es muy raro ver nuevos vehículos del país de América del Norte. Este fenómeno resulta especialmente frustrante para figuras como Donald Trump, quien ha expresado su descontento por la situación del mercado automotriz.
En el panorama actual, los japoneses han tomado la delantera, ya que Toyota es el segundo fabricante con más ventas en los Estados Unidos,General Motors,CadillacsVado,
Toyota. Foto:Tejer
A pesar de esta tendencia, no se trata únicamente de una renuencia hacia marcas extranjeras. De hecho, los fabricantes alemanes como Mercedes-Benz o BMW lograron colocar más de 50,000 vehículos cada uno en las carreteras japonesas durante el año 2024.
El presidente de los Estados Unidos ha señalado de manera contundente que “no compran nuestros autos, pero tenemos millones de ellos”, acusando a Japón de tratar a los fabricantes estadounidenses “muy mal en el comercio”. Con el objetivo de revitalizar la industria automotriz nacional, Trump introdujo un arancel del 25% en vehículos importados,
Es interesante notar que, a pesar de la admiración que muchos consumidores en Japón sienten por los autos clásicos estadounidenses, en lo que respecta a la compra de vehículos nuevos, Confían más en las marcas locales,AFP. En su tienda, Y-Tech, las melodías de hip-hop estadounidense resuenan mientras se encuentra en medio de campos de arroz en el norte de Tokio. Aún así, el vendedor reflexiona: “Para ser honesto, creo que el problema es el tamaño de las carreteras”. Además, agrega, existe una percepción que podría ser errónea de que los autos estadounidenses son más grandes de lo requerido.
Donald Trump. Foto:AFP
En el garaje de Fukuda, restaura alrededor de veinte clásicos como un Chevrolet Nova Green Silver de 1970 y un Buick Roadmaster de 1954. Sin embargo, también tiene lugar para un SUV moderno: un Yukon de General Motors, que, dice, “se destaca o es muy estrecho” cuando lo aparca en las angostas calles de Tokio. Aunque hay modelos más pequeños en el mercado, las marcas en la economía del primer mundo tienden a ser una opción de nicho, debido a la falta de lugares donde se puedan vender o reparar.
“Bola de tazón”
Yuka Fujimoto, jefa de una agencia modelo de 42 años, confiesa a AFP que nunca consideró comprar un auto estadounidense. Este hecho resalta el desafío al que se enfrentan los fabricantes estadounidenses en Japón, donde los productores locales ofrecen “una amplia gama de modelos, incluso para familias”.
En este contexto, Trump interpreta este fenómeno como una estrategia deliberada por parte de Tokio Para restringir el acceso a estas marcas. En sus quejas, menciona las estrictas normas técnicas de seguridad exigidas en Japón. Una de sus afirmaciones más llamativas fue en 2018, donde alegó: “Colocan una pelota con bolos en seis metros de altura y la liberan en el capó del automóvil. Si el capó está deformado, el auto no puede manejar la prueba.” Sin embargo, un representante del Ministerio japonés de Transporte aclaró a AFP que las bolas de bolos no se utilizan en las pruebas.
Esta confusión podría provenir de algún malentendido en el cuadro de pruebas relacionadas con impactos que evalúan el comportamiento del capó ante colisiones. Cambiar los procedimientos de importación para vehículos en Japón podría convertirse en una moneda de cambio en futuras negociaciones aduaneras con Washington. Japón podría estar dispuesto a proporcionar un acceso simplificado al proceso de control, que actualmente se aplica a 5,000 vehículos por modelo por año,
Cambios
Los aranceles impuestos por Trump a la industria automotriz ya están generando cambios en el sector. Nissan,Honda está trasladando la producción de su modelo híbrido ciudadano desde Japón hacia Estados Unidos. No obstante, los fabricantes estadounidenses continúan enfrentando un problema persistente: la escasa demanda entre los consumidores japoneses.
HISASHI UCHIDA,“muchos autos estadounidenses no pueden estacionar en espacios de estacionamiento en varios pisos,
AFP