En medio del escándalo supuesta infiltración por disidentes Jefe de Estado Mayor de Bloque y Frentebajo el mando de Alexander Díaz Mendoza, alias Calarcá -quien se encuentra en un proceso de paz con el gobierno- en altos niveles militares y de inteligencia, El presidente Gustavo Petro aseguró que estas versiones son falsas.
El presidente Gustavo Petro dijo que lo que buscaría es “limpiar” a las personas que lo han ayudado a identificar a comandantes militares corruptos. El presidente afirmó que en este proceso se reveló que a los delincuentes se les da permiso para montar empresas de seguridad.
Presidente Petro a su llegada a la reunión. Imagen:Cortesía
“Puedo confirmar que las versiones de los supuestos informes de inteligencia sobre Huertas y Wimer son falsas. Se trata de querer aclarar a las personas que me han ayudado a identificar a comandantes corruptos. A esto se deben varios casos, como el robo de armas al ejército en La Guajira y precisamente el otorgamiento de licencias a bandoleros para establecer empresas de seguridad.” afirmó.
Por el contrario, la investigación de Caracol sugiere que uno de los funcionarios defendidos por el presidente Petro, el general. Juan Miguel HuertasEl hoy jefe de Gabinete, habría propuesto a representantes de Calarcá en reuniones en Bogotá crear una empresa de seguridad como fachada, una medida similar a lo que solían operar legalmente las operaciones militares en los años 90.
General Juan Miguel Huertas. Imagen:archivo privado
Según Petro, esta transacción fue frenada por su gobierno y por eso hubo una reacción. “Hay miles de millones de pesos en sobornos que fueron detenidos para frenar el uso del Estado para operaciones militares. Durante el gobierno de Duque la entrega de licencias legales a delincuentes fue masiva. Intentaron continuar con el negocio pero lo detuve”.
Y añadió: “Todas las agencias de inteligencia deben hacer públicos sus informes en un plazo razonable.. La relación entre los comandantes militares y la policía debe romperse de inmediato, la contrainteligencia está ahí para descubrirlos y no para utilizar la información políticamente. “Qué casualidad que ahora condenen a quienes han denunciado las conexiones de corrupción dentro de los poderes públicos”.
Según la investigación periodística, los disidentes de Calarcá, que entre el 17 y el 20 de noviembre sostuvieron la séptima ronda de conversaciones con el gobierno en San Vicente del Caguán (Caquetá), habrían utilizado sus conexiones con altos funcionarios (además de Huertas, está designado para fiscalizar Wilmer Mejía, alto funcionario de la Dirección Nacional de Inteligencia de la Fuerza Pública).
El caso surgió a partir de un episodio ocurrido el 23 de julio de 2024, cuando una caravana de siete líderes opositores -custodiados por escoltas de la Unidad Nacional de Protección (UNP)- fue retenida en un retén militar en Anorí, Antioquia. Tenían armas, dinero y juventud, lo cual era ridículo.
Los teléfonos móviles, computadoras y memorias USB de los disidentes estaban en posesión de los fiscales, y parte del contenido almacenado en estos dispositivos fue revelado por Noticias Caracol. La unidad conoce estas pruebas desde hace más de un año, pero no ha logrado ningún avance en la investigación, según el informe.
JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ
Escritura política