El fiscal general de la nación sancionó en primera instancia de dos funcionarios mayores de la oficina del alcalde Daniel Quintero, como parte de una investigación sobre presuntas irregularidades en el acuerdo de mantenimiento del jardín, que, según el organismo de control, se extendió sin justificación y sospecha de un favor.
Natalia Urre, ex secretaria de infraestructura Foto:Oficina de Medellín al alcalde
Las sanciones caen en Natalia Urrego Arias, ex secretario de infraestructura y Jorge Enrique Liévano Ospina, ex director general de Metroparques, que fueron liberados y los discapacitados para tomar el cargo público durante nueve años. La decisión fue adoptada por la oficina del primer abogado disciplinario, que define sus acciones como un delito muy grave cometido con una culpa muy grave.
Durante tres meses a una extensión sospechosa
Todo comenzó en noviembre de 2020, cuando se firmó un contrato en $ 5,226 millones para el mantenimiento y la protección de los jardines en varias áreas de Medellín, con una duración inicial de tres meses (del 3 de noviembre de 2020 al 3 de febrero de 2021). Sin embargo, unos meses después, La fecha límite se extendió hasta el 10 de junio de 2021, bajo el argumento de que la pandemia Covid-19 influyó en la implementación del proyecto.
Jorge Enrique Liévano Ospina, ex funcionario de la oficina del alcalde Medellín. Foto:Archivo privado.
Pero para la oficina del fiscal general, esta justificación no fue suficiente. Después de una revisión exhaustiva, determinó que “las condiciones en las que se modificó el contrato no conocía los principios básicos de la función pública, como la economía, el rendimiento y la transparencia”.
“La extensión del contrato de este tamaño sin una justificación técnica clara no es solo un acto administrativo irregular, sino que también sugiere la posibilidad de favorecer los intereses fuera del interés público”, dijo el fallo.
Beneficio oculto?
La Oficina del Fiscal General no encontró evidencia de sobornos directos, pero demostró que la extensión del contrato carecía de un apoyo financiero técnico y sólido. Además, decidió que se podía tomar la decisión de usar al contratista en detrimento del Tesoro Público.
La entidad de control indicó que no conocían los principios de la función administrativa en el contrato. Foto:Cortesía
Una decisión que se puede cancelar
La sanción, aunque en primer lugar, puede apelar contra ambos funcionarios. Si deciden cuestionar esto, el asunto puede ir a una instancia más alta en el sistema disciplinario.
Hasta ahora, ni Urre ni Liévano han emitido declaraciones públicas. La oficina de Daniel Quintero no hizo comentarios sobre el fallo, aunque el caso afecta directamente la imagen de su antigua administraciónConocido por promover la transparencia y la innovación.
¿Limpieza tardía o una señal de control real?
Este caso se convierte en una de las era de Quintero más resonante, que dejó la oficina del alcalde en diciembre de 2023 después de un mandato marcado por el progreso tecnológico, pero también una serie de escándalos que controlaban su modelo de gestión.
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