Han transcurrido dos años desde un evento traumático y devastador en el sector conocido como “La Loma de la Manga”, En la ciudad sur de Barranquilla. Sin embargo, la angustia y el temor de los residentes aún persiste, como si el tiempo se hubiera detenido aquel día fatídico cuando la tierra se movió violentamente.
Los reportes indican que lo sucedido no fue un simple temblor de tierra, sino un grave deslizamiento que afectó a aproximadamente 30 familias, además de que otras 50 más están en riesgo de sufrir un eventual colapso. Este evento ha dejado a la comunidad alarmada y preocupada por la falta de atención a la situación.
La Oficina de gestión de riesgos del distrito ha confirmado que la situación es bastante alarmante. Según sus declaraciones de mediados de septiembre de 2022, “la situación era crítica”, pues más de 50 hogares están en peligro de desaparecer, de los cuáles 15 han sido evaluados anteriormente debido a su alto riesgo. Estas casas fueron trasladadas en un intento por proteger a los residentes de un desastre inminente.
Este incidente no es aislado; de hecho, los ciudadanos están preocupados de que similar situaciones se repitan en el futuro, especialmente en esta zona vulnerable del suroeste de Barranquilla, a menos que se implementen medidas significativas para garantizar la seguridad de sus habitantes.
Los residentes del sector de Villas del Rosario están pidiendo soluciones. Foto:Agencia de Kronos
Dada la constante amenaza del riesgo que enfrentan diariamente, dos líderes comunitarios, Ronald Pasteco y Felipe Ortiz, decidieron no esperar más. Después de superar la temporada de lluvias en la región, han comenzado a exigir acciones decididas por parte de las autoridades.
Según los datos que han recopilado, la pendiente del sector suroeste incluye las áreas de El Rubí, Villa del Rosario, Las Terrazas, y Loma Red Sector, EDEN, Campestre Colina, Campo Alegre, La Manga, y otros más como Carlos Meisel, Las Américas, 7 de abril, Nueva Colombia, Las Malvinas, La Esmeralda y La Sierrita.
Detalles proporcionados en el informe del Defensor del Pueblo
El informe presentado por la Oficina del Defensor del Pueblo subraya que el área se encuentra en un constante movimiento, lo que supone un nivel elevado de riesgo. “Barranquilla está situada en el ‘cinturón de Sinú'”, afirma el informe, señalando que la geología de la zona es predominantemente inestable, caracterizada por rocas que datan de épocas muy antiguas.
El informe menciona que entre 1996 y 2011 se llevaron a cabo varios estudios geológicos advirtiendo sobre los “movimientos de masa” que ocurren en la pendiente suroeste de la ciudad. Ronald Pasteco, presidente de la Fundación Icarus, informa que entre 1997 y 2014 se realizaron cerca de 15 investigaciones técnicas, algunas de ellas respaldadas por el distrito y otras por el Gobierno Nacional. Sin embargo, se queja de la falta de acciones concretas. “A pesar de toda esta información, no se han implementado soluciones efectivas,” señala Pasteco.
Este es un panorama en el área de alto riesgo de la ciudad. Foto:Agencia de Kronos
Pasteco menciona que cerca de 68 mil millones de pesos se han destinado a estudios que, en su mayoría, terminan siendo considerados obsoletos por las autoridades del distrito, lo cual genera frustración en la comunidad que clama por soluciones.
Recursos millonarios en los últimos años
Los problemas que enfrenta el área son graves: carece de acceso a agua potable y enfrenta problemas de saneamiento. No hay obras que mitiguen la erosión y el deslizamiento de tierra. “Hay muchas áreas en crisis”, señala un residente, recordando que toda la comunidad se siente amenazada por la inacción de las autoridades.
Además, Ronald Pasteco solicita a la administración del distrito que inicie proyectos de reubicación en áreas en alto riesgo o en áreas afectadas por inundaciones.
Resultados de la encuesta organizados por la comunidad
Felipe Ortiz, otro vecino afectado, comparte los hallazgos de estudios comunitarios que reflejan la percepción de los residentes. Expresa que “los problemas han aumentado significativamente desde la actividad de la ladera”, lo que ha llevado a la comunidad a realizar encuestas para entender sus necesidades. Ortiz menciona que han identificado problemas serios como pandemias, proliferación de roedores y deficiencias en los servicios públicos.
Área deslizante en Barranquilla. Foto:Agencia de Kronos
Los residentes también se quejan de la falta de infraestructura adecuada, como reflectores en sus alrededores, lo que ha originado conflictos sociales y actos delictivos. “Las compañías de servicios públicos frecuentemente se niegan a proporcionar servicio en estas áreas de alto riesgo”, explica Ortiz.
Frente a esta alarmante situación, el tiempo ha solicitado una declaración al alcalde de Barranquilla ciertamente sobre las estrategias implementadas para mitigar el riesgo en estas comunidades. La Administración del alcalde Alejandro Char ha prometido preparar una respuesta.
Por lo tanto, los habitantes de estas zonas de alto riesgo en la capital del Atlántico esperan ansiosos que se tomen medidas efectivas este año para prevenir desastres y traer de vuelta la paz a sus vidas, en medio de la incertidumbre que enfrentan diariamente.
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Deivis López Ortega
Corresponsal de tiempo – Barranquilla
Wx: @dejholopelz
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