El pasado sábado, Siria realizó un anuncio significativo al establecer una comisión nacional destinada a abordar la inquietante realidad de las personas desaparecidas en el país. Este hecho se produce más de cinco meses después de la caída del régimen de Bashar Al Asad, quien gobernó con mano de hierro durante más de una década, un periodo marcado por un conflicto intenso y devastador que ha desgarrado a la nación.
El destino de decenas de miles de prisioneros y personas desaparecidas permanece como uno de los legados más dolorosos del conflicto sirio, que estalló en 2011 a raíz de protestas reprimidas de manera brutal por el régimen de Asad. Estas manifestaciones, que comenzaron como un llamado pacífico por derechos y libertades, rápidamente se convirtieron en una resistencia armada contra un gobierno cada vez más opresivo.
El decreto que formaliza la creación de la “Comisión Nacional para personas desaparecidas” fue firmado por el presidente interino, Ahmed Al Sharaa, y posteriormente distribuido por las autoridades de la presidencia. Esta nueva agencia tendrá la crucial responsabilidad de investigar y descubrir el paradero de aquellos que han sido desaparecidos o secuestrados. Además, se encargará de documentar cada caso, establecer una base de datos nacional y ofrecer apoyo legal y humanitario a las familias de las víctimas.
La gente toca las banderas cuando se reúnen en un solo lugar para celebrar a Idlib
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Según lo estipulado en el decreto firmado por Sharaa, la comisión gozará de “independencia financiera y administrativa” y operará en todo el territorio sirio. La dirección de esta entidad ha sido asignada a Mohammed Reda Jalkhi, quien fue nombrado en marzo para contribuir en la redacción de un proyecto de declaración constitucional para la fase de transición del país. Esta transición está siendo vista como un momento crucial para la reconstrucción y la reconciliación en Siria.
En dicho contexto, en marzo, Sharaa también firmó una declaración constitucional que establece un período de transición de cinco años. Dentro de este marco, se formará una “comisión de derechos de transición”, destinada a abordar los crímenes y abusos cometidos por el anterior régimen, buscando garantizar justicia para las víctimas y sobrevivientes de las atrocidades.
En una reciente comunicación, Siria emitió un nuevo decreto que establece la creación de esta comisión, con la finalidad de solicitar a los responsables que “reparen el daño” causado y “determinen firmemente principios de no repetición y reconciliación nacional”, lo que sugiere una intención de mover hacia delante mientras se enfrenta al dolor del pasado.
Marruecos anuncia la reapertura de su embajada en
Siria cerró desde 2012
Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores de Marruecos, Naser Burita, hizo un anuncio importante desde Bagdad, informando que su país procederá a reabrir su embajada en Damasco, la cual había permanecido cerrada desde 2012 debido a la crisis y el conflicto prolongado en Siria.
Burita, en su discurso durante la cumbre de la Liga Árabe, presentó una carta en nombre del rey marroquí, Mohamed VI, anunciando oficial y formalmente la decisión de reabrir la embajada. Este paso se considera crucial para contribuir a “abrir nuevos horizontes en las relaciones bilaterales históricas” entre Marruecos y Siria. Burita enfatizó el compromiso de Marruecos de apoyar al pueblo sirio en la consecución de sus “ambiciones, su seguridad y su estabilidad”, al tiempo que se respetaba la soberanía de un país árabe amigo.
Marruecos se une a la lista de los últimos países árabes que han decidido restablecer sus relaciones diplomáticas con Siria tras la caída de Bashar Al Asad en diciembre del año pasado. Esta reapertura de embajadas es vista como un paso hacia la normalización y el intento de reparar la imagen de Siria en la comunidad internacional después de años de aislamiento y devastación provocados por un conflicto que ha durado casi 14 años.
Agencia de la AFP