El reciente llamado a una asamblea extraordinaria en el Ministerio de Asuntos Exteriores ha generado un gran revuelo. Esta reunión, en la que participará el Comité Asesor de Asuntos Exteriores, fue anunciada de manera sorpresiva a las industrias tanto económicas como políticas del país, y está programada para realizarse antes del jueves 8 de mayo.
La ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, será la encargada de presentar un importante caso relacionado con una serie de pasos necesarios para que Colombia sea parte de esta iniciativa asesora. En esta oportunidad, se discutirá un memorando sobre el entendimiento mutuo entre el gobierno colombiano y la República Popular de China, enfocado en la cooperación de la franja y el camino.
Laura Sarabia, canciller colombiana, presentará a Colombia sobre la franja y el camino Foto:Canciller
Dicha reunión se llevará a cabo pocos días antes de que el presidente Gustavo Petro viaje a Beijing para la cumbre de Celac-China, que está programada para comenzar el martes 13 de mayo. Las reacciones de las unidades económicas no se hicieron esperar. A través de su cuenta en X, el presidente Spirit, conocido por ser el Maestro de Bruce Mac, expresó sus dudas y cuestionó: “¿Colombia quiere hacer esto en este momento? ¿A cambio de qué? ¿Cuál es la justificación desde la perspectiva de las políticas internacionales en estos días? Además, se preguntó cómo esto podría afectar nuestra relación comercial, dado que la mayoría de nuestras exportaciones dependen de ciertos aliados.
Perspectivas sobre la postura de Colombia
Cita del Comité Asesor de Asuntos Exteriores del Ministerio Exterior Foto:Canciller
Los comisionados, entre ellos los parlamentarios del Senado Iván Cepeda, José Luis Pérez Oyuela y Paola Holguín, recibieron la carta del Ministerio de Asuntos Exteriores. Durante esta breve cita, se notó un detalle significativo en el lenguaje utilizado: se evitó el término “adhesión”, que implicaría una formalización de la participación de Colombia en la iniciativa de la franja y el camino; en su lugar, se habló de “cooperación”, lo que ha generado un mayor interés y análisis sobre la posición final del país.
Expertos opinan que Colombia podría adoptar una postura similar a la de Brasil. De esta forma, se mantendría en una “Asociación Estratégica”, lo que denotaría un alto nivel de compromiso tras la primera visita del presidente Petro a Beijing. A pesar de que el gigante hispano no ha seguido el camino de la franja propuesto por Xi Jinping, se ha visto involucrado en varios proyectos de infraestructura que, de alguna manera, están relacionados con la iniciativa.
Si bien el ex canciller Luis Gilberto Murillo habló sobre el estado de las conversaciones formales durante su última visita a la Embajada Colombiana en Beijing, fuentes confiables indican que la relación con China se ha visto afectada por cambios recientes en los niveles ministeriales, así como por las tensiones arancelarias originadas bajo la administración de Donald Trump. Este contexto ha complicando el inicio de nuevas colaboraciones desde la llegada del presidente Petro, quien incluso gestionó el envío de aviones con trabajadores migrantes desde Estados Unidos.
Reunión entre el presidente Gustavo Petro y Xi Jinping en Beijing, en octubre de 2023 Foto:Ministerio de Relaciones Exteriores de China / EFE
Decisión del presidente Petro sobre la adhesión al camino de la seda de China
La ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, está también al frente del Comité de Asuntos Exteriores, lo que tomó por sorpresa a muchos miembros del gobierno. Según informes de la Casa de Nariño, la decisión final del proceso recae en el presidente. Aunque ya se ha completado el memorando de entendimiento, se están considerando diferentes opiniones antes de compartir la información con el gobierno chino.
El vicepresidente de asuntos multilaterales, Mauricio Jaramillo, hizo hincapié en la entrevista indicando que “es fundamental revisar nuestras relaciones con el mundo en medio de estas circunstancias caóticas, y es innegable que China juega un papel equilibrado en la política mundial.”
Visita pública del presidente Gustavo Petro a Beijing y reunión con el presidente Xi Jinping en 2023 Foto:Ete
Eduardo Vevi, director del programa de Maestría en Estudios Internacionales de la Universidad de Javeriana, señala que el gobierno colombiano debe ser cuidadoso al comunicar cualquier tipo de acuerdo. “Dada la perspectiva de Trump, toda la relación con China está teñida de desconfianza, especialmente considerando que es un socio tradicional. Este es un argumento que prevalece tanto en la Comisión como en América del Norte.”
Implicaciones de la postura de Colombia en la Ruta de la Seda
La postura de Colombia sobre la iniciativa de la ruta y la franja está comenzando a captar mayor atención entre sectores económicos y políticos. Mary Claudia Lacouture, presidenta del Colombo de EE. UU., se expresó en su cuenta de X acerca de la necesidad de analizar cuatro aspectos cruciales: los resultados concretos en términos de crecimiento económico, las implicaciones en infraestructura y conocimiento, las influencias prácticas y políticas en Colombia, y el déficit comercial con China, además de evitar que se produzca una ruptura en el mercado.
Presidentes Donald Trump (Estados Unidos), Gustavo Petro (Colombia) y Xi Jinping (China). Foto:Archivos de tiempo / composición propia
Por su parte, el internacional Manuel Camilo González argumenta que unirse a la iniciativa puede traer importantes beneficios. “Esto representa una oportunidad para revitalizar la infraestructura del país, además de fomentar el crecimiento no solo de los negocios, sino también de sectores como el turismo y la colaboración científica y tecnológica. Es una apertura de inversión en un periodo donde la inversión ha estado estancada, sobre todo considerando que la relación con Estados Unidos no ha incrementado las expectativas de participación en uno de los mercados más grandes del mundo.”
Parsifal d’Ectice sostiene que “el gobierno de Trump claramente está dispuesto a ejercer presión económica sobre Colombia para alcanzar sus objetivos. En el transcurso de las discrepancias entre Petro y Trump, se amenazó con imponer impuestos que podrían llegar hasta el 50% de los productos colombianos. Además, la política aduanera del gobierno estadounidense a menudo se ha caracterizado por ser desfavorable e impredecible, generando incertidumbre y riesgo para Colombia con respecto a la posible adhesión a la iniciativa de la franja y el camino.”
Finalmente, David Castrillón plantea que “la adhesión a la iniciativa no es un acuerdo vinculante que implique obligaciones. En realidad, se presenta como una oportunidad para trabajar en temas de interés común y, además, a pesar de que Estados Unidos desconfía de los países que se acercan a China, ya hay más de 100 naciones que lo han hecho sin enfrentar represalias. Estados Unidos, por lo tanto, no puede ofrecer lujos cuando se trata de represalias.”
Los autores del artículo: David Alejandro López Bermúdez y Juan Pablo Penagos.
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