26 de abril de 2025. Puede ser conocido como el padre de la relatividad, y ha influido en varios físicos que investigaron y explicaron fenómenos fundamentales como la gravedad y la luz. Sin embargo, incluso el gran Albert Einstein a veces dudaba de la validez de sus propias teorías, lo que nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza de la ciencia y la búsqueda del conocimiento.
Estas dudas han ocasionado errores significativos en el pasado.
Constante cosmológica
Durante su trabajo en la teoría de la relatividad general, los cálculos de Einstein indicaron que la gravedad podría llevar al universo a contraerse o expandirse. En aquel entonces, la visión predominante era que el universo era estático, una idea que Einstein también aceptó en un principio. Sin embargo, con el paso de los años, los científicos comenzaron a obtener nuevas evidencias de que el universo en realidad no era estático, sino que estaba en continua expansión.
Décadas más tarde, el físico George Gamow, en su obra Mi línea mundial: autobiografía informal , mencionó que Einstein, mirando hacia atrás, consideró que “la introducción de un término cosmológico es el mayor error que ha cometido en su vida”.
Hoy en día, la ciencia ha acumulado evidencia contundente que sugiere que la expansión del universo no solo está ocurriendo, sino que también se está acelerando, impulsada por lo que conocemos como “energía oscura”. Algunos teóricos creen que la constante cosmológica de Einstein, que fue introducida originalmente para equilibrar la gravedad en sus ecuaciones, podría ayudar a explicar esta energía oscura, lo que implica que, tal vez, no haya sido un error tan grave después de todo.
Lente gravitacional
La teoría general de Einstein también predecía un fenómeno fascinante: que el campo gravitacional de un objeto masivo, como una estrella, curvaría la luz proveniente de un objeto que se encuentra detrás de él, actuando como una lente gigante. Inicialmente, Einstein pensaba que este efecto, conocido como lente gravitacional, era tan sutil que no podría ser detectado. Por ello, no tenía intención de publicar sus predicciones, hasta que el ingeniero checo RW Mandl lo convenció de lo contrario.
En su artículo de 1936, publicado en la revista Ciencia, Einstein le escribió al editor: “Permítanme agradecerle por su cooperación en una pequeña publicación que el Sr. Mandl me obligó a realizar. Tiene poco valor, pero hace feliz a un hombre pobre”.
A pesar de su humildad, el valor de esta “pequeña” publicación resultó ser extremadamente significativo para el campo de la astronomía.
Facilitó a la NASA y al Telescopio Espacial Hubble registrar los detalles de galaxias muy distantes, las cuales eran ampliadas por enormes cúmulos de galaxias que se encuentran más cerca.
Superposición cuántica
El trabajo de Einstein, que incluye su famoso artículo de 1905, que aborda la naturaleza de la luz como tanto ondas como partículas, sentó las bases para el desarrollo de la mecánica cuántica.
La mecánica cuántica describe un mundo en el que las partículas exhiben comportamientos extraños y contraintuitivos. Por ejemplo, los sistemas cuánticos pueden existir en un estado de “superposición”, es decir, en múltiples estados simultáneamente hasta que se efectúe una medición, tras lo cual se determina un valor específico.
Erwin Schrödinger, un famoso físico, ilustró esta idea con su famosa paradoja del gato, que sugiere que un gato dentro de una caja puede estar vivo y muerto al mismo tiempo, hasta que alguien abra la caja para verificar su estado.
A pesar de esto, Einstein se rehusó a aceptar dicha incertidumbre. En 1926, criticó la mecánica cuántica al escribir que “[Dios] no juega a los dados.”
Adicionalmente, en un artículo de 1935, coescrito con los científicos Boris Podolski y Nathan Rosen, plantearon que si dos sistemas cuánticos se entrelazan y luego se separan, el hecho de medir el estado de uno de los objetos determinaría instantáneamente el estado del otro, incluso sin ser observador de este último.
Aunque este experimento mental fue diseñado para desafiar la noción de superposición cuántica, irónicamente estableció las bases para el desarrollo, décadas después, de una idea clave en mecánica cuántica que hoy conocemos como entrelazamiento cuántico.
Esto sugiere que dos partículas pueden estar conectadas de tal manera que comparten información de estado instantáneamente, independientemente de la distancia que las separe.
Por lo tanto, aunque Einstein era un gigante en sus teorías y un facilitador del pensamiento innovador, también demuestra que incluso los grandes genios pueden errar en sus conceptos.
(Tomado de BBC News World)