Cuando este lunes era una noche tranquila en la Avenida Río, en el sector Bávaro Fernando Alfonso Melo Decidió salir a caminar con su padre, un amigo y su hija de un año. El comerciante tenía 39 años y vivía en el distrito de Taminaca. y se hizo conocido entre sus vecinos como un hombre amable y trabajador. Nadie esperaba que este viaje familiar terminara en tragedia.
Alrededor de las 9:30 horas, cuando el grupo cruzaba la calle, se acercaron dos hombres en una motocicleta. Grillarz desmontó y sacó su arma. y señaló directamente a Fernando. “Dame todo”, exigió, mientras el padre, el cochecito a su lado, intentaba mantener la calma.
“Estaba muy nervioso, sobre todo porque tenía a la niña tan cerca”, dijo un testigo. “El tipo pidió un celular, dinero y cadenas de oro. Fernando se los entregó, pero se notaba que estaba muy tenso”.
Las cámaras de seguridad de un lugar cercano graban cada segundo. En el video, luego de entregar sus cosas, Fernando hace un gesto como si algo lo impulsara a actuar. Tal vez fue indignación, impotencia o rabia. Lo cierto es que cuando el delincuente giró para subirse a la moto, esta se abalanzó sobre él y logró derribarlo.
El disparo que le quitó la vida
Lo que pasó después fue cuestión de segundos. El ladrón, al ver que estaba amenazado, levantó su arma y disparo desde corta distancia. Un golpe en la cabeza fue suficiente para acabar con la vida del comerciante.
Fernando Melo fue trasladado al servicio de urgencias de la clínica La Milagrosa, donde falleció. Foto:Roger Urieles
A pesar de su lesión, Fernando logró correr unos metros. Los presentes creyeron que saldría ileso, pero de repente se tambaleó y cayó. Intentó levantarse nuevamente, pero fue en vano.
Su padre y un amigo corrieron a ayudar y los delincuentes huyeron por el callejón a toda velocidad. “Fue algo que nadie puede olvidar”, dijo el vecino. “Se cayó delante de su hija y le duele mucho. Era un hombre que se ganaba la vida dignamente, no merecía morir así”.
En medio del caos lo subieron a un taxi y se dirigieron a su casa. en la clínica La Milagrosa. Los médicos hicieron lo que pudieron para estabilizarlo, pero la bala le provocó daños irreversibles. Unos minutos más tarde se confirmó su muerte.
Las autoridades buscan a los responsables
El caso fue investigado por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, que analiza imágenes de cámaras de seguridad para identificar a los agresores. La Policía Metropolitana de Santa Marta también realiza operativos en varios puntos de la ciudad.
Panorámica Santa Marta. Foto:Ayuntamiento
El coronel Jaime Ríos, comandante de la Policía Metropolitana, deploró el incidente y aseguró que se reforzarán los patrullajes en las zonas más afectadas por los ataques. “Estamos utilizando las grabaciones disponibles y las declaraciones de los testigos para encontrar a los responsables. Este crimen no quedará impune”, afirmó el oficial.
Otra víctima de la ola de violencia urbana
La muerte de Fernando Alfonso Melo no es un hecho aislado. De acuerdo a datos policiales, Sólo este año en Santa Marta, esta parte de la ciudad ya ha visto un gran número de casos de robo.
Organizaciones de la sociedad civil y líderes comunitarios advierten que una combinación de factores está contribuyendo al fenómeno: falta de vigilancia, falta de cámaras activas, presencia de pandillas locales involucradas en robos expresivos y un aumento del desempleo juvenil.
“Hay un claro deterioro de la sensación de seguridad”, afirma. el sociólogo local Luis Fernández. “Casos como el de Fernando muestran cómo los ciudadanos comunes y corrientes se sienten vulnerables incluso en situaciones cotidianas, generando una crisis de confianza en las instituciones.”
El dolor de la familia y la ciudad
Fernando deja dos hijas pequeñas, una de ellas es una niña que presenció el momento en que su padre cayó al suelo. Su afligida familia pide justicia. “Era un hombre noble, trabajador, que se dedicaba únicamente a criar a sus hijas. No se metía con nadie”, afirmó uno de sus familiares.
La tragedia ha devastado a la comunidad de Taminac. en las redes sociales Decenas de samaritanos expresaron su indignación y exigieron acciones decisivas ante la inseguridad.
El crimen de Fernando Alfonso Melo no sólo deja destrozada a una familia: también la deja al desnudo Un miedo cotidiano que se ha arraigado en las calles de Santa Marta.. Un temor que muchos esperan que las autoridades puedan afrontar antes de que se lleve la vida de más personas inocentes.