En una noche cargada de tensión y emoción en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez, el club Independiente Santa Fe se llevó a cabo una remontada inolvidable frente a su rival, Junior de Barranquilla. Este encuentro fue un claro ejemplo de cómo el fútbol puede sorprender y mantener a los aficionados al borde de sus asientos, ya que el resultado final fue un emocionante 2-1 a favor de los bogotanos.
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El conjunto capitalino se llevó la victoria gracias a un impresionante gol de chilena de su delantero, Hugo Rodallega, y a un tanto en el tiempo de descuento por parte de Harold Santiago Mosquera. Este resultado es fundamental para Santa Fe, ya que les permite mantenerse en la contienda por un puesto en la próxima fase del torneo y alimentar la esperanza dentro del equipo y entre sus seguidores.
Desde el inicio del partido, Junior de Barranquilla mostró su dominio en el encuentro. A tan solo ocho minutos de haber comenzado el juego, el delantero Yimmi Chará logró abrir el marcador con un cabezazo tras un preciso centro de Guillermo Paiva. Este gol desató la alegría en las gradas del estadio, en donde los hinchas locales celebraron a lo grande, ilusionados con un triunfo de su equipo.
La escuadra barranquillera mantuvo el control del partido durante la mayor parte de la primera mitad, pero a pesar de sus numerosos intentos, no lograron concretar otras oportunidades claras, un hecho que podría pesar en su desempeño futuro.
El regreso de Santa Fe
Al empezar la segunda mitad, Santa Fe mostró una actitud renovada y decidida. Adoptando un orden táctico más claro y una mejor conexión en sus ofensivas, comenzaron a crear peligro cerca de la portería rival. Este cambio en su enfoque les permitió acercarse cada vez más al Gol. La recompensa llegó en el minuto 73, cuando tras un saque de esquina ejecutado por Mosquera, Rodallega sorprendió a todos con un espectacular remate de chilena que llevó el balón al fondo de la red, igualando el marcador y desatando la locura entre los aficionados visitantes.
La celebración del veterano delantero fue un reflejo de no solo de la importancia del gol, sino también de la pasión y determinación de todo el equipo en un momento crítico. Con el empate en el marcador, daba la impresión de que ambos equipos se estaban conformando con el resultado, pero Santa Fe tenía otros planes.
Cuando parecía que el juego culminaría en un empate, Santa Fe logró asestar el golpe definitivo. En el minuto 90+6, Harold Mosquera culminó un contragolpe mortal con un potente disparo que se coló en el ángulo superior de la portería. Esta anotación selló el 2-1 y desató una celebración desenfrenada entre los jugadores y los hinchas, dejando a Junior en una posición preocupante tras perder en casa y desperdiciar una gran oportunidad para escalar posiciones en la tabla.
Con este resultado, Junior se mantiene en la quinta posición con 31 puntos, mientras que la victoria catapulta a Santa Fe al noveno lugar con 25 puntos, revitalizando sus esperanzas en la Liga Betplay. La dedicación, fe y liderazgo de los jugadores fueron determinantes en lo que podría considerarse un punto de inflexión para el equipo bogotano.
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