El recuerdo de los trágicos acontecimientos del último Palacio de justicia Sigue siendo un territorio disputado en la política colombiana: performances, trinos y declaraciones de distintos ámbitos se cruzan en la lucha por definir la historia de lo que fue la toma y retoma del poder judicial en 1985.
Si bien persisten heridas abiertas en torno a la verdad y las reparaciones, el debate –en el que el propio presidente Gustavo Petro ha estado activo– se ha centrado en asignar y definir responsabilidades.
Tomar del juzgado. Imagen:Archivo
Por ejemplo, el presidente utilizó su cuenta X para negar las acusaciones contra sus antiguos colegas del M-19. Una de sus declaraciones más polémicas fue la relacionada con el asesinato del magistrado Manuel Gaona. Aunque la comisión de la verdad del tribunal señala al grupo guerrillero, el jefe de Estado sugirió que la responsabilidad recaería en el ejército.
Al mismo tiempo, su principal rival político, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, propuso un proyecto de ley para amnistía a los militares que fueran juzgados o investigados. Por su parte, el diputado José Jaime Uscátegui, del Centro Democrático, viajó a Miami para proponer que Estados Unidos declare al M-19 organización terrorista pese a que hace décadas se llevó a cabo un proceso de desarme.
Tome el Palacio de Justicia Imagen:Archivo EL TIEMPO
En medio de este conflicto, las víctimas piden que no se utilice la tragedia y la memoria como arma política. “Recuerdo a todos aquellos que nunca tomaron las armas y murieron, lo hicieron, defendiendo la democracia. FFueron abandonados entonces y hoy se utilizan en disputas políticas. Tratar tu memoria es una nueva forma de violencia. “La memoria siempre debe servir a la justicia”, afirmó. Helena Urán Bidegainhija del Juez Asociado Carlos Horacio Urán.
Tratar tu memoria es una nueva forma de violencia
En declaraciones a BBC Mundo, Urán amplió este comentario y dijo que el gobierno nacional perdió una oportunidad histórica de enmendar la situación. “Por el contrario, el propio gobierno ha hecho un mal uso de la memoria, la ha politizado. Es muy grave porque la memoria no se puede utilizar, sino que hay que hacerlo para crear conciencia y no dividir más”.
Helena Urán en la inauguración de la Fundación Carlos H. Urán. Imagen:Fundación Carlos H. Urán y César García
Para el experto Jorge Iván Cuervocada sector juzga y define lo que es verdad según sus intereses y afiliaciones ideológicas. “Se diría que lo que dijeron el Tribunal Especial, la Comisión de la Verdad y la Corte Interamericana debería ser el comienzo de ese consenso mínimo. En Alemania hay un consenso muy importante sobre el Holocausto, y la negación es un crimen”, afirmó.
La polémica también entró en la campaña electoral. Así lo plasmó el candidato Abelardo de la Espriella en un trino: “El mismo terrorismo que hace 40 años estranguló a la justicia en palacio hoy reina en Colombia. ¡Les queda poco tiempo! Esta vez los vamos a derrotar completamente, en las urnas y con la unidad de una nación que sabe defender la patria”.
Toma del Palacio de Justicia por parte del grupo guerrillero M-19, 8 de noviembre de 1985. Imagen:Archivo EL TIEMPO
Carlos AriasDocente y estratega político, cree que el curso del debate sólo contribuye a una mayor polarización, sin posibilidad de encontrar un consenso mínimo como país. “Lo primero que determina la polarización y la división de las sociedades son los juicios morales. Al no conocer la verdad y al crear diferentes historias basadas en intereses ideológicos -y desgraciadamente también electorales-, estos juicios morales se vuelven más intensos. Y estos juicios a su vez aumentan la polarización que, más allá del aspecto social, reduce el electorado”, afirma. indicado.
JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ
Escritura política